INFORMACIÓN GENERAL SOBRE EL MANEJO DEL DUELO
CONCEPTO DE DUELO
Se conoce como duelo “La pérdida de un progenitor o ser querido con sus consecuencias psicoemocionales, sus manifestaciones externas y rituales, y el proceso psicológico evolutivo que sigue a la pérdida”.
Si les processus de deuil peuvent être associés à des pertes de nature trèsdivers (empleo, logement, biens, situaciones, etc.), dans notre culture, il renvoie généralement à une perte afective et à des sentiments et des manifestations de regret face à Ella.
Los procesos psicológicos que comienzan con la pérdida terminan con la aceptación de la nueva realidad e implican el desarrollo del duelo.
PARTE CLÍNICA DEL DUELO
Los procesos de duelo son muy habituales en la atención primaria. El dolor es una reacción normal a la pérdida de un ser querido, que puede presentarse con algunos síntomas depresivos:
Mal humor, tristeza, desinterés.
Sentimientos de culpa: se centra en lo que el sobreviviente pudo haber hecho o no en el momento de la muerte del ser querido.
Ideas de muerte: pensamientos en torno al deseo de estar muerto en lugar de la persona perdida o haber muerto con ella.
Anorexia, pérdida de peso.
Insomnio
Abandono de actividades socioprofesionales.
Las alteraciones transitorias sensorial-perceptivas pueden manifestarse en forma de alucinaciones en las que el paciente se refiere a la vista u oído de la voz del difunto.
La persona considera “normales” sus sentimientos depresivos, pero puede buscar alivio sintomático (insomnio, anorexia, etc.).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL CON DEPRESIÓN MAYOR
El diagnóstico de trastorno depresivo mayor debe realizarse cuando el cuadro depresivo persiste durante más de dos meses después de la muerte y coinciden los siguientes síntomas:
Sentimientos de culpa inapropiados sobre cosas en lugar de acciones recibidas o no recibidas por el sobreviviente en el momento de la muerte del ser querido.
Pensamientos de muerte distintos al sentimiento de que estaría mejor muerto.
Preocupación suave con una sensación de inutilidad.
Inhibición psicomotora marcada.
Deterioro funcional severo.
Alucinaciones complejas y persistentes distintas de la apariencia del difunto.
FASES DEL DUELO
Se distinguen tres fases o fases en la evolución temporal del duelo:
Fase de impacto (Silverman) o impasibilidad (Parkes y Clayton): dura desde unos días hasta un mes. Se define por los sentimientos derivados de “la negación o la incredulidad, el rechazo y la culpa”. Esto puede ocurrir tanto con un estado de aburrimiento como con una intensa liberación emocional, y se caracteriza por la incapacidad para comprender lo sucedido y, como consecuencia, reaccionar de manera inapropiada, alejándose de la realidad., Alejándose de las personas cercanas, con frío y también respuestas inapropiadas. El individuo está como perdido, aparece como un autómata al que no le importa todo, “como si hubiera tenido un sueño terrible”.
Fase de depresión (Clayton) o fase de abstinencia (Silverman): dura varias semanas o meses. Comienza con síntomas depresivos inhibidos seguidos de episodios de protesta-irritación y aislamiento. Se acabaron los rituales socio-religiosos, la persona se encuentra sola ante la realidad de la pérdida y frecuentemente ante el imperativo social de la reinserción inmediata en su vida habitual: volver al trabajo, cuidar su tiempo familiar. . carga, etc.
Fase de recuperación, curación o restitución: suele aparecer después del año. La aceptación de la nueva situación comienza como algo irremediable, recupera el interés por otras actividades y establece nuevas relaciones. Vuelve al nivel anterior de funcionamiento y es capaz de crear nuevas conexiones emocionales.
No hay rigidez en los pasajes establecidos pero hay superposición y fluidez entre ellos. El proceso de duelo no suele tener una duración fija y algunos aspectos persisten indefinidamente sin interferir en el funcionamiento de la persona.
FACTORES
El curso de la respuesta al duelo está influenciado por varios factores:
Personalidad y cogniciones del sujeto: apego ansioso, ambivalencia obsesiva.
Características de la muerte: la reacción ante una muerte esperada no es la misma que si fuera repentina o calamitosa (por asesinato, suicidio o accidente).
Edad del fallecido:
más intensa si es prematuro: niño, adolescente o joven.
Naturaleza del vínculo relacional: nivel de apego al ser querido fallecido.
Historia personal del deudor: duelos previos y su desarrollo. Experiencias infantiles que predisponen a un procesamiento insuficiente y / o psicopatología.
Contención de redes sociales (familiares, amigos, profesionales, etc.).
Acontecimientos de la vida intercurrentes.
Edad, sexo, salud, etc. Del superviviente